La Rambla

La Rambla es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. En el año 2016 contaba con 7.576 habitantes. Su extensión superficial es de 137,8 km² y tiene una densidad de 54,98 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 37º 36′ N, 4º 44′ O. Se encuentra situado en la comarca de la Campiña Sur, a una altitud de 358 metros y a 41 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba.
Historia
Sobre el lugar que ocupa La Rambla se asentó un poblado prehistórico en el lugar llamado «La Minilla», donde hace algunos años se hallaron unos vasos campaniformes con más de 3.000 años. Posteriormente se asentaría una ciudad romana que amurallaría la población y sobre ésta los musulmanes fundarían AL-RAMLA (que significa arenal). En 1480 la tenencia de su castillo fue otorgada a Gonzalo Fernández de Córdoba, «El Gran Capitán».

Pero el 6 de febrero de 1521 La Rambla vivió el acontecimiento histórico más importante durante el reinado de Carlos I, al reunirse en ella las ciudades anticomuneras de Andalucía para ratificar al Rey. La Rambla era villa de realengo perteneciente a la jurisdicción de Córdoba. En 1647 Felipe IV le permite nombrar alcalde mayor, pero cinco años más tarde la entrega al Conde Duque de Olivares, cuyo heredero, el marqués de El Carpio, la vende en 1677 a los marqueses de Almodóvar, más tarde señores de La Rambla.
Patrimonio artístico y monumental

Torre del homenaje del castillo.

Torre de las Monjas.
Véase también: Patrimonio Histórico Andaluz de La Rambla
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción
Aunque sus orígenes se remontan a la Edad media, la actual Iglesia se puede datar a partir del siglo XVI, fecha de construcción de la magnífica portada plateresca, obra del insigne Hernán Ruiz I, «El viejo». Posteriormente fue reformada a finales del siglo XVIII por Juan Hidalgo Palomero. El resultado fue una construcción de puro carácter neoclásico, con algunos vestigios de estilos artísticos anteriores.

Iglesia de la Santísima Trinidad
Construida en el siglo XVI y posteriormente reformada varias veces, datando la última reforma del siglo XIX.

Castillo
Sólo se conservan la torre del homenaje y un lienzo de la muralla.​ La torre, construida a tapial, es de planta cuadrada.

Ermita de la Inmaculada Concepción
Construida en el siglo XVIII.

Iglesia Conventual del Espíritu Santo
Fundado por el Rey Rey Pedro I de Castilla el 25 de marzo de 1353 para los canónigos del Sancti Spiritu cuya misión principal era la recogida de niños expósitos (huérfanos). Se puede confirmar que la primitiva Iglesia fue de estilo gótico, ya que se conservan las piedras talladas de la portada del templo desaparecido. La actual construcción data del siglo XIX debido al incendio provocado por las tropas napoleónicas que calcinó la primitiva Iglesia en su retirada ante el avance de los españoles durante la Guerra de la Independencia de 1812. Su reconstrucción se realizó en 1818, utilizando el estilo neoclásico, con una planta en cruz Latina de una sola nave de medio cañón sostenida por pilastras con lunetas. Cúpula semiesférica en el crucero, y ábside con retablo y camarín. Portada neoclásica con pórtico de gran altura con arco de medio punto y una torre barroca de ladrillo de tres cuerpos girada 45º en dirección a la nave. La Iglesia está presidida por la espectacular talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de Juan de Mesa en 1622.

Ermita del Calvario
Situada en un cerro conocido como «cerro del Mentidero». El Rey Pedro I de Castilla, colocó en dicho emplazamiento un monolito con el fin de perpetuar la memoria de la rendición de Aguilar por la sublevación de Fernández Coronel en 1353. Su hermano, sucesor de la corona, decidió eliminar dicho monumento y en su lugar emplazar una ermita bajo el título «Ntra. Sra. del Calvario». Dicha ermita tuvo frecuentes modificaciones e incluso se volvió a edificar completamente con un estilo neoclásico en 1843.

Torre de las Monjas
Construida en el siglo XVIII en estilo barroco, es el único remanente del antiguo Convento de las Dominicas de la Consolación.3​ La torre es obra del alarife Francisco Ambrosio de León.
Museos
La Casa Museo Alfonso Ariza, dedicada al escultor, pintor y ceramista local Alfonso Ariza Moreno.
El Museo de la Cerámica dedicado a la gran tradición de la artesanía de la cerámica existente en la localidad.
Artesanía

Cántaro cerámico de La Rambla.
La artesanía rambleña se manifiesta principalmente en forma de barro, que el alfarero moldea para convertir en auténticas obras de arte.

La alfarería rambleña no tiene origen determinado en el tiempo, aunque ya en la prehistoria, los antiguos pobladores de esta zona cultivaban este oficio, como lo demuestran los vasos campaniformes encontrados en el yacimiento de la «la Minilla», con una antigüedad de más de cuatro milenios.

La materia prima utilizada en los alfares ha sido el barro de la zona. Se trata de un barro arcilloso de color amarillento llamado «greda», que el alfarero extraía de las canteras situadas a 2 km de la localidad. Este barro seguía un proceso manual, tarea agotadora, hasta quedar preparado para que el alfarero diera forma a unas piezas, que en un principio, fueron principalmente funcionales. Una vez terminadas, se ponían a secar a la sombra para introducirlas después en el tradicional horno moruno, de planta circular y estructura abovedada, donde se sometían a una única cochura llamada bizcocho.

Aún quedan algunos hornos morunos en funcionamiento en la localidad, produciendo cerámica artesanal y tradicional: jarras de cuatro picos, macetas, cántaros y el tradicional botijo rambleño.

A partir de 1930, la cerámica rambleña experimenta una radical transformación con la introducción del vidriado. Esta nueva modalidad abre nuevas posibilidades: aparecen nuevas piezas, principalmente orientadas hacia la cerámica ornamental, que transforman la forma artesanal en una alfarería industrializada.

Con el vidriado aparecen nuevos estilos, tanto de formas como decorativos. De los últimos destacamos la montería y cerámica califal, por ser piezas muy características de la localidad.

Además de la alfarería, la artesanía rambleña cuenta con excelentes maestros talladores de madera y con forjadores de hierro, que continúan trabajando de forma artesanal estos materiales.

CASA MUSEO ALFONSO ARIZA

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